Errores comunes al limpiar plata y cómo evitarlos.
Al limpiar tus joyas y objetos de plata, es fácil cometer errores que pueden dañarlos o reducir su vida útil.
Estos son los errores más comunes al limpiar plata y cómo evitarlos:
Usar productos caseros inadecuados para plata:
Muchas personas recurren a remedios caseros como pasta de dientes, bicarbonato o limón para limpiar plata.
Aunque algunos de estos métodos parecen efectivos, pueden rayar la superficie o causar daños permanentes.
La pasta de dientes, por ejemplo, contiene partículas abrasivas que desgastan el metal.
Lo mejor es evitar estos productos y optar por limpiadores de plata especializados que sean seguros y efectivos.
Sumergir joyas con piedras en líquidos limpiadores:
Sumergir joyas con piedras preciosas en líquidos limpiadores puede ser un error grave.
Algunos limpiadores químicos pueden dañar las piedras, aflojar las monturas o alterar su color y brillo.
Es fundamental conocer la compatibilidad de los productos de limpieza con las joyas que deseas tratar.
No secar adecuadamente las piezas:
Un error común es dejar las piezas húmedas o no secarlas correctamente después de limpiarlas.
La humedad puede acelerar el proceso de oxidación, dejando manchas difíciles de eliminar.
Frotar con papel de cocina o paños abrasivos no aptos para joyería.
Frotar la plata con paños ásperos, cepillos duros o incluso papel de cocina puede rayar la superficie y reducir su brillo.
Aunque parece una acción inofensiva, este error puede acumular pequeños arañazos que afectan la apariencia de la plata con el tiempo.
Por eso recomendamos sólo gamuzas especiales para limpiar plata. Estas gamuzas están diseñadas para pulir sin dañar, manteniendo el brillo original de tus joyas.
Almacenar la plata de manera incorrecta.
Incluso después de limpiarla correctamente, almacenar la plata sin protección puede hacer que se oxide rápidamente. El contacto con el aire, la humedad y ciertos materiales puede causar manchas negras y deslustre.
Lo mejor es guardar la plata en bolsas herméticas o envuélvela en paños de algodón libres de ácido.
Añadir un anti-humedad en el lugar de almacenamiento también ayudará a mantener tus piezas impecables.